Mantener buenos niveles de ceramidas es vital para mantener la piel flexible, ya que constituyen aproximadamente la mitad de los lípidos en la capa externa de la pil y son cruciales para lograr una barrera cutánea en pleno funcionamiento (la capa más externa de la piel). Pero el contenido de ceramidas en la piel disminuye con la edad, a partir de los 30 años, por lo que reponerse con productos para el cuidado de la piel enriquecidos con ceramidas ayudará a mantener la piel suave, flexible y tersa. Sin ceramidas, la piel no puede controlar los niveles de humedad ni protegerse adecuadamente contra los daños causados por los agresores ambientales, como los rayos UV y la contaminación.